lunes, 12 de diciembre de 2011

Horrores de la Noche. Escrito por Gabriela. Feliz Navidad. (Especial Navidad)

Pedro, era un joven de trece años, rebelde sin causa, mal estudiante e insolente.
Se rodeaba de amigos de su misma calaña e iba presumiendo de ser el matón del barrio.
Iban siempre en pandilla y humillaban a todos los niños que compartían sus hábitos. Los padres de Pedro, desconsolados con el comportamiento del niño, ya no sabían como actuar. Lo habían educado con esmero y mucho cariño y no encontraban la causa del porque de Pedro. Después, de haberlo llevado a psicólogos optaron por intentar dulcificar al joven, tratándolo con comprensión y paciencia. Sus tíos, se lo llevaron en las vacaciones, intentando apartarlo de amistades no recomendables para el ya agresivo joven. Pedro, no hacía más que criticar a sus padres, los representaba como dos personas autoritarias e intransigentes. Pedro volvió a casa. Sus padres lo esperaban con alegría y solo recibieron frialdad por parte del niño.
El padre cansado y enfadado resolvió hablar con Pedro, y después del mutismo del joven y de haberse intentado dialogar de todas las maneras posibles con su hijo, resolvió prohibirle terminantemente salir de la casa, le quito el móvil y busco en los cajones y en todo lugar posible, hasta que encontró un paquete de tabaco. Pedro se lanzó contra su padre al punto que falto poco para que lo agrediera. De nada le valió a Pedro, insultar, patalear y vociferar, el padre cerró la puerta con llave y bajó las escaleras, se sentía derrotado y al llegar al salón se abrazo a su mujer, que lo esperaba llorando.
Esa noche, el niño escribió la carta a Papa Noel, pinchó su dedo indice y la redacto escrita con sangre.
Amaneció, y su madre le despertó con un beso, desayunaron y su padre se marcho al trabajo. Pedro se mostraba nervioso y taciturno, le pidió a su madre que echara la carta de Papa Noel y marcho a su cuarto. La madre olvido la carta en el bolso y fue a comprar para la cena de Nochebuena. 
Esa noche cenaron los tres en silencio, y debajo del árbol de navidad se encontraban las coloridas cajas de regalos. Los padres pensaron cuando el niño era pequeño y la alegría de aquellas noches tan especiales. Al terminar la cena, se retiraron a sus cuarto, al día siguiente abrirían los regalos.
Pedro no conseguía dormir y no paraba de recordar su pedido y terminó quedándose dormido.
El niño despertó y le pareció raro que su madre no viniese a despertarlo. La casa estaba en silencio y él decidió comenzar a abrir sus regalos. Habían dos grandes cajas que llevaban claramente una tarjeta que decía " Para Pedro ". El corazón se le aceleró y que con manos temblorosas rompió el papel de regalo y abrió la caja. Sus ojos se dilataron, un grito de espanto brotó de su garganta, entre sollozos abrió la otra caja y gritó, gritó, gritó. Un vecino, acudió al oír los gemidos y llantos. Al entrar, vio una figura dantesca, Pedro se balanceaba con la mirada perdida, de su boca salía espuma blanca, y comenzó a reír compulsivamente. A su lado y colocadas en dos cajas de regalo, se encontraban las cabezas de sus padres acompañadas por una tarjeta de Feliz Navidad. Firmado: Papa Noel.


              

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