Oh amiga mía. Si, si, tú. Que me acompañas en los malos y
los buenos momentos. ¿Por qué no me has escuchado? No
lo se... Pero mírate, ¿qué pasa por tu cabeza? Tampoco lo
se.
Siempre hemos sido amigas. ¿Qué nos ha pasado? Es
imposible que los años hayan podido con nosotras. O... tal
vez ¿si? ...
De verdad me quieres... ¿amiga mía?
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