Subo. Bajo. Me mantengo.
Escalo. Caigo. Recupero.
Mis emociones son una montaña rusa que no para de ir y venir, pero ¿qué sería una vida sin subidas y bajadas?
A veces he podido tropezar en pequeños baches colocados a propósito para darme cuenta de lo alto que estaba, pero eso no me ha detenido.
El problema de las subidas es que siempre llega la bajada aunque ¿y si me prometo un para siempre en esta subida? ¿Y si subo tan alto hasta no ver nada más? ¿Y si no vuelvo a bajar?
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