Ya no anhelaba el mapa. Ya no anhelaba la salida.
Quería seguir en ese laberinto. Quería seguir pensando que estaba perdida, aún estando la salida frente a ella.
Ya no anhelaba el sol ni la luna.
Ni tan siquiera las estrellas.
¿Por qué salir cuando ahí no era nada?
¿Por qué salir cuando lo de fuera la incomodaba?
¿Por qué salir?
Ya no anhelaba vivir una mentira o una verdad.
Ya no anhelaba nada.
jueves, 26 de mayo de 2016
Laberinto de mentiras.
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Muy interesante. Cada día mejora más este blog. Sigue así!!!
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