Entonces, me di la vuelta, me mire al espejo y me dije, ¡basta ya! Deja de criticarte, y en vez de mirar tus defectos, mira todas las cosas buenas que tienes, ¡vales mucho! Todos tenemos defectos, y quien diga que no, está mintiéndose así mismo. Hay que saber mirarse los defectos, pero sin empezar a criticarse sin razón alguna.
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