¿Por qué no guardar pequeños pedazos de mí que poder regalar cuando ya no esté? Escribir como un pequeño diario, guardar objetos que para mí significaron mucho... para que algún día la gente que me quería, descubriese todo sobre mí. Ya no me importaría, es más, sería un placer regalarme parte de mí a alguien.
¿Y por qué no hacerlo? ¿Por qué solo imaginarlo? Voy a empezar hoy. No tengo que guardar recuerdos todos los días, pero si lo que más me impacten. Esto ya se podría considerar como un recuerdo, ¿no?
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